Ascensor ocupado
Tengo mucha prisa. El ascensor, como siempre, ocupado. Opto por bajar por las escaleras, cargada de bolso, portátil y tacones de más de diez centímetros. En fin, es normal que el ascensor esté siempre ocupado, lo que no sé es cómo no se quema el motor. Aunque si esto sucediera seguro que a mí no me pillaba dentro.
Llego del cine, una y media de la mañana, ascensor ocupado. Llego a las tres de la mañana de pasar un rato con los amigos, ascensor ocupado. Salgo de casa temprano para ir a entrenar, esto pueden ser las siete de la mañana, ascensor ocupado. Vuelvo de viaje, cargada de maletas mil, son las tres de la tarde, cuando todo el mundo tenía que estar haciendo la siesta o trabajando, pues no, ascensor ocupado.
Pero lo peor no es que simplemente esté ocupado, nooooo. He llegado a la conclusión de que en los pisos de abajo no vive nadie. Siempre que alguien me pilla el ascensor son los vecinos que viven en los pisos superiores que, casualmente, van o vienen del garaje que está en el sótano o más bien en el infierno ¡como tarda el condenao! También he llegado a pensar que hay algún ente invisible pendiente de mí, que cuando me ve salir de casa, en décimas de segundo se teletransporta al piso superior (por supuesto) y aprieta el botón del ascensor. Pero no os creáis que lo hace antes de que llegue yo, noooo, lo aprieta justamente cuando mi dedo se dirige al cuadradito de llamada, que no está encendido y ya estoy plenamente confiada de que esta vez ¡ES TOTALMENTE MÍO!
Un día me quedé encerrada en él ¿A que no sabéis que pasó? Exacto, nadie, absolutamente nadie, apretó el botoncito de llamada. Los vecinos desaparecidos, los de arriba, los de abajo y los de mi rellano. Los entes invisibles haciéndose los despistados y paseando por la escalera arriba y abajo. Yo allí encerrada, apretando el botoncito de color amarillo que en teoría conecta con la central de emergencias y me ha de hablar una operadora. Pues tampoco. Ese puto día se había estropeado. ¡Odio el ascensor!
Aunque… pensándolo bien y mirando la foto que ilustra este artículo, pienso… “Buen invento el ascensor”.