El principito «con-sorte»

PRINSí señores. Estoy imputado en un caso grave de estafa de muchos ceros. Tengo que pagar una fianza de muchos más ceros si no quiero visitar la cárcel. No puedo pagar el préstamo de mi palacete. Mi matrimonio va… ¿En bici? Mi mujer está imputada y creo que yo tengo algo que ver, y además soy el Duque em-palma-do…

Pero ahora mi queridísimo suegro ha encontrado una solución. Me manda de viaje. No me han quitado el pasaporte y me voy a Qatar. Sí, sí, a vivir como un rey.

Como soy uno de los mejores deportistas, sé tanto de balonmano y en los últimos años he jugado mucho a eso de “estirar la mano para meter goles” (y vaya si los he metido), pues uno de mis mejores amigos, quizás bien aconsejado por alguien, me ha ofrecido el puesto de segundo entrenador de un equipo de balonmano de Qatar, porque ¡allí es un gran deporte! Y… por una pasta que te cagas.

Y a todo esto, ahora caigo en la cuenta que, de momento no he pagado la fianza, sigo imputado con pasaporte, viajando y dentro de poco trabajando en el extranjero, sigo viviendo en mi palacete, sigo casado con la hija del rey y todavía me em-palmo.

De puta madre. Yo desaparezco y a ver si se olvidan de mí, y mi mujer que se apañe por aquí con los niños y con la gente, que para eso es ella la principita.

Gracias suegro y siento mucho la que he “liao”, pero esto es la vida… y la mía, por ahora, va bien para como podría ir si fuese un pobre pringao o si no me hubiese casado con su hija. Gracias de verdad por poner tierra, o mejor dicho polvo del desierto de por medio.

Comments are closed.