Emprendedores
En mi larga experiencia como asesora laboral he visto muchos casos de trabajadores despedidos por el empresario, por no cumplir con las tareas a realizar, por no acudir a su puesto de trabajo, por fingir enfermedades, por desobedecer a un superior a la hora de realizar los trabajos, por llegar tarde continuamente y un largo etc.
Los trabajadores despedidos por despido procedente se van a la calle sin ninguna clase de indemnización, ya que no han cumplido con el trabajo por el que firmaron un contrato o han intentado engañar a la empresa de una manera y otra.
El otro día el Sr. Clint Eastwood, en un discurso totalmente improvisado en la convención republicana, dijo una frase que me hizo pensar. La frase iba dirigida a un Obama imaginario, pero es perfectamente aplicable a cualquier político o país. Dijo: “Este país es nuestro. No es de los políticos. Los políticos son nuestros empleados” y siguió “… Y cuando alguien no hace su trabajo hay que echarlo”
Bien, pues analicemos. Si España es de todos los españoles, que hemos elegido a unos políticos para que hagan su trabajo consistente, entre otras muchas cosas, en manejar el dinero que nosotros aportamos en beneficio de todos, para tener una buena sanidad, enseñanza, red de carreteras, intentar que los precios de las cosas (comida, ropa, calzado, gasolina, coches, viajes, etc.) se mantengan lo más barato posible, que el transporte público sea gratis, y resulta que estos políticos que han estado gobernando en los últimos años nos han jodido vivos. Han gastado más de lo que han recaudado, han robado y dejado que otros (los bancos) nos roben también. Mientras que ellos saliesen beneficiados…
¿Y qué hacemos nosotros? Sí, los echamos por dejarnos con el culo al aire, por no cumplir con su trabajo, y por robarnos. Pero los mandamos a la calle ¡Con una pensión vitalicia de muchos miles de euros al mes y sin que ninguno cumpla pena de cárcel por los delitos cometidos! Esto es España.
Ponemos a la nueva “Directiva/Gerencia” de España, nuestra empresa. Todos contentos porque van a empezar a solucionar los problemas ¿Y qué es lo primero que hacen? Jodernos el poco dinero que nos quedaba debajo de la baldosa de la cocina. ¿Y qué volvemos a hacer? Aguantar, aguantar y aguantar. Y en vez de echarlos por “No superar periodo de prueba”, dejamos que pase dicho periodo. Somos tan inocentes, buenos o gilipollas que nos creemos que esta vez sí, que esta vez dándoles tiempo enmendarán los errores de los otros ¡Y una mierda¡ Lo que vamos a hacer es darles tiempo para que se puedan llenar los bolsillos y utilicen nuestros impuestos para abrir una cuenta tras otra en paraísos fiscales. Esto vuelve a ser España.
En definitiva. Tenemos una empresa llamada España. Invertimos gran parte de nuestro dinero en ella. Nombramos a unos directivos para que hagan buen uso de nuestro dinero, lleven la empresa adelante, y nos aporte beneficios en forma de calidad de vida.
Resultado: La directiva nos roba el dinero, lo poco que queda lo invierte mal, nos deja la empresa en bancarrota, nuestra calidad de vida está por los suelos, y no se les ocurre otra cosa que ORDENARNOS que aportemos más dinero. Y para más cachondeo, dejamos que ellos se pongan sus sueldos, muy superiores a los nuestros, y cuando cumplan su contrato se van con lo que nos han robado, con lo que han ahorrado de sus grandes sueldos, con los beneficios de los favores obtenidos de terceros por tráfico de influencias, y con unas pensiones hasta el día que se mueran, que nunca llegaremos a cobrar los pobres calzonazos (o sea se, nosotros) aunque viviéramos 200 vidas.
Y encima para llegar a este puesto de directivos no les hemos hecho pasar ninguna prueba de aptitud, ni nos ha aportado ningún curriculum. Simplemente hemos creído lo que nos han prometido con su “palabrita de Niño Jesús”
Señores, esto es el mundo de mundo de los políticos y… hay que joderse.