MC
Sabéis que no suelo publicar en fin de semana, pero hoy lo voy a hacer, y este va dedicado a mi colaborada más especial que es MC.
Es la persona que a todo el mundo le gustaría tener como amiga, pero he tenido la suerte de que se cruzara en mi camino en el momento justo y en la situación ideal. Gracias a ella logré superar un momento delicado de mi vida en apenas unos días. Nuestras primeras vacaciones juntas empezaron con una aventura de locura, que por poco acaba con nuestra amistad sin apenas haberla empezado. Pero estábamos hechas la una para la otra y eso no podía ocurrir.
Hemos pasado mil y una aventuras juntas, en decenas de viajes y salidas, en los cinco años que nos conocemos. Nos hemos escuchado en los momentos buenos y en los no tan buenos, que también los hemos tenido. Pero tanto ella como yo los hemos disfrutados y los hemos sufrido.
Ayer, después de pasar un verano cada una por su lado, por circunstancias familiares, volvimos a pasar un rato juntas, charrando junto a una copa de buen vino, que es lo que nos gusta. Y fue fantástico.
MC sigue siendo la persona con más buen corazón, más noble y más sincera, que he conocido en mi vida. Cuando nos juntamos no hay nada, ni nadie que se nos ponga por delante. Nos divertimos, nos reímos y lloramos juntas. Creo que podríamos escribir un libro de 1000 páginas y todavía nos faltaría una segunda parte.
Ayer volvimos a juntar esa magia que nos persigue y que nos hace irresistibles, divertidas y únicas. Tan únicas como que cumplimos el mismo día los años, el cinco de septiembre. Hasta ahí llega la magia.
Podría seguir elogiándola hasta el infinito y más allá, pero no quiero ni aburriros, ni que esto suene cargante.
Así que MC, hoy va por ti y que sepas que te adoro, y por favor no seas hija puta y ni se te ocurra dejarme… bailar sola.