Mediterráneo (Por Carmen Divina)

Es el único lugar en el que consigo escapar de mí misma, es mi refugio, es la paz que en algunos momentos mi cuerpo exige. Allí mi cerebro, sus neuronas se convierten en un músculo más de ese cuerpo siempre en tensión y allí sobre la arena es vencido por el esfuerzo, por el cansancio.

La brisa que envuelve mi cuerpo. El insistente murmullo de las olas…estoy sola, nadie a mi alrededor, sólo esos sonidos placenteros que algún coche o transeúnte se empeñan en distorsionar. Me alejo de  todo, de todo, ni siquiera me encuentro a mí misma… ni siquiera sé si he venido. No pienso mientras mis ojos se pierden en ese horizonte azul…. lo noto, lo oigo, lo siento. Llevo horas mirando sin observar… el sol me acaricia, me roza sin provocar más que esa sensación de calor amable, mima cada rincón de mi piel… hoy no necesitaré el protector solar, hoy sólo necesito protegerme de esa ausencia para la que aún no he encontrado esa suave crema protectora.

Un libro, una vida ajena, diferente, irreal. A la Salander parece que le va peor que a mí, no me consuela… vidas ajenas que no comparto, vidas diferentes que no me preocupan, Salander, el mar, el sol… quedan pocas páginas en las que me sumerjo en unos problemas ficticios para olvidar los propios… Quedan pocas líneas para un desenlace ya escrito.

Deberé buscar otra vida, otras situaciones que me ayuden a escapar de lamías… que me acompañen en la ansiada soledad de esa arena que no quema, de ese agua que no moja, de ese susurro que no oigo…Pasiones Romanas, tal vez Dana, la protagonista, me ayude a recorrerla de nuevo, a verla con otros ojos, a explorar rincones a los que no llegué… sí, regresaré con ella a Roma…

Entre página y página sigo sintiendo el mar … una ola, un soplo de aire… pronto recogeré las pertenencias de un nada que frente a mi Mediterráneo se me antojan tesoros, una toalla, el protector solar, un libro… y cuando necesite de nuevo huir de mí, volveré… talvez mañana.

Comments are closed.