Silicona. Mola, no mola. Mola, no mola.

El estribillo de la canción de Mecano empezaba con “sombra aquí y sombra allá, maquíllate, maquíllate”. Evidentemente eran otros tiempos y lo de la silicona no estaba tan de moda. Ahora podría cambiarse por “silicona aquí, silicona allá, transfórmate, transfórmate”. No quiero decir que antes la gente no se pusiera silicona, no, pero ahora más bien es al revés, es raro sobretodo “la” que no lleva algo de silicona en su cuerpo. Y “la” que no se pone es porque cuesta una pasta y no están las cosas para ir invirtiendo en el magnífico material que nos hace aparecer exuberantes ante los ojos de los demás.

Labios siliconados, gorditos, perfectos, jugosos. Eso si todo va bien y no se enquista la jodida silicona, entonces parecerán jugosas longanizas de Pascual desigualmente acordonadas y mala solución tiene el problema…

Tetas siliconadas, redondas, generosas, generosísimas, duras. Eso si has ido a un buen cirujano, porque si no… ay cuando levantas la teta y te ves la cicatriz que te recuerda que son de mentira. Mejor no levantarla y todo perfecto. Y otra cosa, cuando estéis amorrados a un hermoso pecho duro y siliconado no abráis los ojos, igual por la cercanía podéis apreciar la cicatriz, si la vía de implantación ha sido por el pezón, y se os baja el lívido de golpe. También hay que tener precaución cuando te subes al avión y la leyenda urbana de la explosión mamaría de la Obregón no es tal y resulta que le pegas un susto a pasajeros y tripulación que se creen que ha habido un atentado. Cuidado con eso, igual te disparan, sobre todo si el avión lleva destino a EEUU.

Culos siliconados, perfectos, grandes, trabajados a modo de globo deformado por el centro como haría un mañoso de esos que con los globos son capaces de hacer un perrito, un lazo o en este caso un precioso culo. Y se me están planteando algunas dudas… qué pasa cuando esos culos van a lavabo ¿Riesgo de explosión? ¿Heces más grandes? ¿Cambio de WC tamaño XL? ¿Dan de sí los glúteos para dejar entrar o salir?… ya me entienden o entended lo que queráis.

Silicona en infinidad de partes del cuerpo. No sé cómo en ocasiones hay lugar para tanta silicona en tan poco cuerpo. Síííí todos hemos pensado en la misma persona…

En fin que os pongáis silicona, si os gusta y si podéis, el pego lo da y buenos estaremos. Aunque a veces… que pena que no haya silicona inteligente para el cerebro.