Su videojuego

Una mañana preciosa, en una galaxia desconocida.  Sam está aburrido y decide empezar una partida en su video juego preferido “W.W.”. Un juego al que no deja jugar a su hijo porque es muy violento y bélico. Pone en marcha su ordenador interespacial y empieza la partida.

Selecciona un país, Sirius. Elige un mandatario, As, y le da poderes para hacer lo que quiera. Selecciona armas, hoy se va a por las químicas con las que arma al ejército de As hasta los dientes. Plantea una estrategia, atacará una población pequeña sin apenas defensa. De momento se le ocurre invitar a la partida a su colega Devi, que acepta encantado. Devi coge las mismas armas químicas y se dispone a tramar otra estrategia, atacará otra población o… la misma. No se comunican sus posiciones, ni el momento del ataque, ni si al final lo llevarán a cabo. Será una guerra silenciosa e inesperada. Empiezan a jugar, un ejército, otro. Llegan sigilosamente, fijan posiciones, empieza un ataque sin piedad. Las armas químicas son lanzadas por uno de los dos jugadores. Mueren un sin fin de personajitos, no hay sangre. El atacante apenas se ha manchado las manos, pero ha ganado muchos puntos y el juego le ha permitido acceder a nuevas armas, que les son suministradas por países externos ávidos de ventas. Ha sido una auténtica masacre y solo ha atacado uno de los dos jugadores. ¿Cuál?

Ante tal éxito en el ataque, otros jugadores se ven atraídos por la partida, y solicitan entrar, pero Sam y Devi no les dejan. Aún así todos se mantienen atentos al interesante juego por si pueden participar en algún momento…

Y mientras Sam, Devi y el resto se lo pasan pipa con su videojuego, aquí estamos nosotros jodidísimos con tanta puta guerra que nos arman estos “Gamers”. Vaya mierda tener que vivir en un mundo que otros utilizan como su perfecto y divertido “videojuego”.