Un poquito de aire, por favor

Calor sofocante. Hoy no oigo cantar a las chicharras. Sí, esos bichejos que pueden vivir en climas tropicales, pero creo que hoy ha sido demasiado incluso para ellas… han muerto asfixiadas.

           Decido salir a comprar. A pesar de que la tienda de decoración está relativamente cerca de mi casa, cojo el coche, así pondré el aire y no me arriesgo a que me dé un golpe de calor. Llego a la tienda, y ahí sí que me dio un golpe de calor. No les iba el aire acondicionado, y según la dependienta llevaba sin funcionar ¡casi un mes! Intenté no darle mucha importancia, pero después de cinco minutos paseando por la tienda, las gotas de sudor me resbalaban por el canalillo, imposible concentrarse en las compras. Me fui de allí pitando, no sin antes decirle a la chica, que le dijese al jefe, que si no arreglaba el aire por ahorrar, lo notaría en las ventas, pues la gente no puede estar allí mucho tiempo bajo peligro de morir deshidratado. Que poco marketing tienen algunos…

            Después de la fugaz visita a la tienda, decidí ir al ambulatorio médico, pues tenía un sarpullido que picaba como un “condenao”. Me iría bien la visita, en el ambulatorio habría aire. Ilusa de mí. Conforme me acercaba, algo no cuadraba, las puertas automáticas permanecían abiertas. Entré y… otro golpe de calor. Aire apagado, que no está Sanidad como para pagar el que los pacientes y trabajadores estén fresquitos. Esperé el turno aguantando estoicamente la sofocante calorzucha. Diagnóstico médico, sarpullido en la mano derecha a consecuencia del calor. Encima cachondeíto.

            Después de todo esto, lo primero que me vino a la cabeza, fue el viaje que hice hace un par de años a Grecia ¡Dios mío! Que calor llegué a pasar, no había aire en ningún sitio, fue un viaje asfixiante. Y esto me hace pensar ¿Será el próximo paso en España, después de eliminar el aire acondicionado de los lugares públicos, el rescate? No creo, pues al paso que vamos, quizás no nos tengan que rescatar, probablemente nos habrán ahogado antes.

           PINCHA AQUI PARA VIDEO En fin queridos lectores, vayan haciendo acopio de una amplia gama multicolor, combinable con la indumentaria elegida para el día, de un artilugio algo olvidado en los últimos años… EL ABANICO. Falta nos va a hacer.

Comments are closed.