Una Coca-cola, por favor
Anoche, sentada en mi balcón, con vistas… a los edificios de enfrente, aunque gracias a Dios son bajitos y puedo ver… los edificios de enfrente más lejanos, se me ocurrió beberme una Coca-cola fresquita, con su correspondiente dosis de hielo y una rajita de limón. Que buena estaba la condenada. El problema vino después, cuando eran las dos de la mañana y mis ojos estaban como los de un búho. La dichosa Coca-cola me había despejado y ni leer, ni contar ovejitas daban resultado.
Empecé a pensar qué coño le ponen a este refresco para que cause estos efectos secundarios en mí. La famosa fórmula secreta me estaba jodiendo la noche. Aunque pensándolo bien ¿Seguro que existe esa formula… secreta? Yo creo que no, que eso es simplemente un tema de puro marketing. Hoy en día con los sistemas analíticos tan avanzados que existen, que incluso descifraron por completo el famoso Genoma Humano en 2003 ¿Vosotros creéis que no van a saber la composición de un puñetero refresco? Ja! Pues claro que la pueden averiguar, simplemente que no pueden usar la fórmula porque está PATENTADA ¿No es más lógico?
Pero claro es más emocionante pensar que te estas bebiendo un refresco, que su fórmula esta guardada bajo siete llaves, bueno y no vamos a quitarle mérito, el sabor es muy bueno y refrescante, pero eso de que su fórmula sea secreta…
Así que anoche, con la falta de sueño, me dediqué a pensar, que podía ser yo biznieta del descubridor de la formulita John Pemberton o de Asa Griggs posterior dueño de la misma. Que con fórmula secreta o no, lo que sí es verdad es que la patente está ahí y los millones de dólares también. Bueno, resumiendo, la última vez que vi el reloj eran las 2:30 de la madrugada y que hoy al despertarme mi primer pensamiento ha sido para la Coca-cola otra vez, maldiciéndola por no dejarme dormir cuando yo quería. Mira que son buenos estos publicistas de la marca en cuestión. Con la puñetera cafeína, anoche me hicieron pensar en su marca y esta mañana me he despertado pensando en ella otra vez. Veis como da resultado eso de la fórmula secreta, pues no me dio que pensar a mí…
En fin, que lo primero que he hecho esta mañana ¿Sabéis qué ha sido? Nooooo, no ha sido beberme una coca-cola para despejarme, no. Ha sido ir al lavabo para expulsar la puta Coca-cola.