Soñando en el tiempo

stUn calendario en el que no pasan los días. El tiempo se para cuando esperas el reencuentro con esa persona especial que desde hace un tiempo ha revolucionado tu corazón.

            Te acuestas por las noches y piensas “un día más sin ti”. Te despiertas por las mañana y piensas “un día menos para verte”. Un reloj en el que las horas se niegan a pasar. Un reloj en el que las horas pasarán veloces cuando estemos juntos.

            Termino el día escribiéndote. Empiezas el día leyéndome. Duermo contigo en la soledad de mi cama. Sueñas conmigo en la compañía de tu cama. Estamos juntos en el infinito de nuestros anhelos.

            Ya no tendremos que esperar demasiado y aunque eso me suena a mucho tiempo, en realidad simplemente son horas, minutos y segundos los que nos quedan para reunirnos. Mientras, oiremos nuestros latidos viajar a través de las letras que transmiten el transcurrir de cada momento vivido en la distancia.

            Soñemos mientras el tiempo pasa, soñemos la unión de nuestros cuerpos, soñemos la visión de las estrellas juntos, soñemos los momentos vividos tiempo atrás. Soñemos, soñemos, soñemos, pero esta vez el título de este cuento no es “La vida es sueño” y uno de sus versos no es “…Y los sueños, sueños son”. Esta vez como el cuento lo escribo yo, el final es:   “… Y los sueños se hicieron realidad”.

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